Puede parecer que es muy difícil que el sexo se te de mal, ya que es algo que está en nuestro ADN. Pero, de verdad, siempre hay espacio para la mejora. Y es que, a veces, simplemente no se nos da bien del todo. ¿La parte buena? Que se puede mejorar poniendo un poco de empeño y conociendo que cosas haces mal en la cama.
1.- Mala higiene personal
Puede parecer mentira a estas alturas de la película, pero hay personas que siguen suspendiendo en este aspecto. Lo primero, y más importante, es que no vale con simplemente dejar que el agua «te pase por encima». Hay que lavarse activamente. Tampoco es obligatorio desinfectar la zona, pero un poco de jabón no está de más.
Si además te tomas el tiempo extra y dejas decentes los arbustos, pues mucho mejor. No decimos que recortes al 0, si no que no parezca eso la jungla amazónica. Y es que, parece que no, pero una de las cosas que haces mal en la cama se puede llevar preparada con antelación.
2.- Aléjate de los mitos
Seguro que has oído mil veces que con esta o esta postura los orgasmos son mejores y aguantas diez veces más. Pero lo más normal es que no funcione y no hagas más que perder el tiempo. Si de verdad quieres conseguir los mejores resultados, pregunta a tu pareja qué es lo que le gusta y, si no lo tenéis muy claro, experimentad.
Y no, no todo el mundo está siempre perfectamente depilado y sabe hacer todas las posturas del kamasutra. Ahí está también la gracia en esto, descubrir a tu pareja poco a poco y sorprenderte en el camino.
3.- Cada cosa a su tiempo
Si uno de los dos no está muy por la labor, lo mejor es no andar presionando. Porque sí, lo más probable es que terminéis haciéndolo, pero es casi seguro que no vais a dar lo mejor de vosotros y la experiencia va a ser mediocre. Por eso mismo lo mejor es dejar que las cosas fluyan y esperar a que os apetezca a los dos.
Además, así también estaréis los dos muy proactivos, diciéndoos que cosas os gustan y cuáles no tanto. Lo que dejará como resultado la mejor experiencia posible en la cama.
4.- Que la imaginación esté presente
Pocas cosas hay peores que el sexo se convierta en rutina y en algo que se hace por inercia. Cuando eso pasa, siempre se hacen las mismas posturas y los mismos movimientos, convirtiendo el sexo en algo incluso aburrido. Esto es algo que no hay que dejar que pase.
¿Cómo? Echándole imaginación al asunto. Probando posturas nuevas, dándole una oportunidad a los «juegos de rol» o sorprendiendo a tu pareja con lencería o juguetes sexuales. Las posibilidades solo las limita tu imaginación y la de tu pareja.
5.- No todo se acaba con la eyaculación
Él acaba, se gira, se duerme y hasta ahí la noche. ¿Te suena? Pues no debería, porque el sexo no se acaba con el disparo. A veces sí que significa el punto y final, especialmente si los dos habéis llegado al clímax. Pero si únicamente una de las partes ha «terminado» la diversión continúa.
Y es que para eso tenemos la boca, las manos y todos los juguetes sexuales que nuestra cartera pueda comprar. Si no queréis seguir dándole al tema siempre podéis daros un masajito para seguir calientes y continuar después.
Sin embargo, lo más importante es pasárselo bien y disfrutar del momento. De nada vale sabérselas todas si, al final no estás contento en el momento.
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