Una de las fantasías más comunes a la hora de la hablar del sexo es, sin duda, un trío. Sin embargo, si eres nuevo en el mundo de las relaciones múltiples, llevar a cabo tu primer trío puede ser una auténtica odisea. Pero no te preocupes, porque te dejamos algunos consejos para que todo salga de perlas.
¿Cómo afrontar tu primer trío?
Si estás en una relación y quieres que tu pareja forma parte de esto, es importante la forma en la que se lo dices. No sirve con, un día mientras veis esa serie de Netflix que tanto os gusta, soltárselo a bocajarro. Hay que preparar el terreno. ¿Cómo se hace eso? Con tacto y paciencia.
Primero introduce la idea poco a poco. Y, si tu pareja te deja claro que no está interesada, déjalo. Porque para un trío exitoso todas las partes deben estar igual de emocionadas por la idea. Si por el contrario a tu pareja le mola la idea, pasamos al siguiente punto.
Consiguiendo una tercera rueda
Si quieres llevar a cabo tu primer trío te va a hacer falta una tercera persona, claro. Pero ¿de dónde sacarla? Aquí la cosa se complica, porque es necesario encontrar alguien que os guste a ti y a tu pareja por igual. Y eso no es del todo fácil. Sin embargo, hay algunas normas que harán la búsqueda mucho más sencilla.
Lo primero, y más importante, es evitar amigos cercanos. No por no fiarte de ellos, claro, si no porque la amistad podría volverse muy rara muy rápido. Es mucho mejor mirar en la «periferia» de la amistad. Es decir, gente a la que ya conozcáis y os guste pero que con la que no tengáis mucha relación.
Una vez encontréis a la persona ideal, habrá llegado el momento de hacerle la gran pregunta. ¿La mejor forma? Con naturalidad y una sonrisa en la cara. Dejad claras las cosas desde el principio. De esta forma, aunque os rechacen, conseguiréis ahorraros una situación incómoda.
Empieza la acción
Ya tenéis las ganas, la tercera persona y va a empezar la función pero… ¿ahora qué? Lo primero, y más importante, es que tengáis todo preparado (y a mano). Una habitación amplia en la que nadie se vaya a dar con la pared es clave, pero no es todo lo que vais a necesitar. También harán falta condones (preparad alguno extra, poe lo que pueda pasar), algunos juguetes sexuales (si os va el tema) y una cama en la que quepáis los tres.
Ahora sí que sí estáis preparados para vuestro primer trío. Aunque, antes de empezar, convendría hablar de los límites que queréis poner. Da igual si sois dos hombres y una mujer, dos mujeres y un hombre o cualquier otra combinación, no a todo el mundo le va todo. Y como no queremos que nadie se sienta incómodo, es importante dejar claro, desde el principio, qué se puede hacer y qué no.
Una vez hablado no queda más que quitarse la ropa y empezar a pasarlo bien. Aquí vale todo (siempre dentro de los límites) pero, para conseguir la mejor experiencia, lo ideal sería tratar de probar posturas en las que entréis los tres.
¿Y qué pasa después?
Lleváis más de lo esperado dándole al tema, estáis cansados, agotados y más que satisfechos, ¿y ahora qué? Pues eso ya depende completamente de vosotros. ¿Os ha gustado tanto como para repetir? Fantástico, hablad con la otra persona para organizar otro encuentro.
¿No os ha terminado de hacer gracia? No pasa nada, no es obligatorio andar haciendo tríos día sí día también. Si no es vuestra taza de té, comentádselo a la tercera persona y dejad ahí vuestra experiencia con el sexo grupal. Porque, al final, lo importante es que hagáis lo que os gusta.
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