La expresión «masaje con final feliz» acostumbra a hacer sonreír a las personas cuando saben que lo tienen por delante. Pero claro, en el ámbito de la pareja los masajes eróticos acostumbran a brillar por su ausencia. Más por falta de imaginación que por otra cosa en muchos casos, pero para eso estamos nosotros, para daros ese «toque» extra y calentar las cosas en el dormitorio con un masaje erótico.
¿Por dónde empiezo?
Antes de nada, es importante saber que para hacer un masaje erótico no hay que ser masajista. Aquí lo que se busca no es quitar contracturas, si no calentar a tu pareja antes de pasar a lo bueno. Por eso mismo no hay que preocuparse tanto en saber lo que haces, si no en saber dónde lo haces.
Aquí entra en juego lo mucho (o poco) que sepas de tu pareja sexual. Porque no todo el mundo tiene las mismas zonas erógenas. Y es importante ir descubriéndolas para ir, poco a poco estimulándolas. Si el cuello o la parte baja de la espalda son los «puntos débiles» de tu pareja, céntrate ahí. Si prefiere la zona de los muslos, ya sabes dónde tienes que empezar…
No tengas prisa
Pon una luz tenue, música suave de fondo y no tengas prisa ninguna. Un masaje erótico no es solo un «calentamiento» para la acción, si no su propia acción. Puedes hablar con tu pareja y restringir ciertas acciones como los besos o el sexo oral durante la sesión de masaje para llegar con más ganas al sexo (que no tiene por qué ser después).
Y es que esto va de conseguir que los dos os excitéis mediante el tacto. Caricias, aplicar un poco de presión aquí y allá… Además, como puede durar hasta que alguno de los dos (o los dos) digáis basta, no hay que llevar un ritmo o un orden concreto. Empieza por donde quieras y termina por donde quieras, aunque si conoces (aunque sea un poco) a tu pareja, ya sabrás dónde tienes que centrarte.
¿Y ahora qué?
Ahora, lo que os apetezca. Es decir, podéis cerrar el masaje tranquilamente y seguir con vuestra rutina o podéis aprovechar el calentón y darlo todo en la cama. También podéis quedaros en el punto medio, que es quitaros el calentón más tarde, con la «energía» guardada del masaje.
Pero lo importante aquí es que vayáis añadiendo «capas» a vuestra vida sexual. Para conseguir que, con el tiempo, sea mucho más que un «mete-saca» rápido de vez en cuando.
Imágenes: Unsplash
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